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EL RÍO OCA BURGALÉS.

febrero 3, 2009

 

 

 

OH! río Oca, humilde, sacrificado e impotente para tanto designio como es, tu territorio de la Bureba (buena cabeza); pero pronto te llegará algo de redención. Hoy deberías preguntar al destino, que pensaran tus homónimos Oka vasco, Oka ruso del Volga, Oka ruso siberiano del Ongara, Okavango africano, Oka Mayu de Bolivia y Oka Mata del Brasil; al verte coronado con esa majestuosa diadema amurallada, que cierra tu embalse de Alba. Tu reducido caudal y embolsamiento de agua arterial y biológica, no se puede comparar en volumen al potencial hidráulico de ese río ruso mesetario, acodado y meandroso; que nace en los glacis o rampas de la Meseta Central Rusa, recorre 1.500 km y desagua 1.200 m3/s en el caudaloso Volga, o con el río africano Okavango de 1.000 km, con sus meandros espectaculares y con su delta terrestre, que desagua y  refresca las arenas  del desierto de Kalahari. Pero si te puedes comparar río Oca, por la calidad de tus aguas de cabecera, no por las que bordean Briviesca, sino las que son primigenias, naturales y cristalinas, resurgentes por los espacios naturales de La Demanda y Montes de Oca.

 

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Hemos recorrido el perímetro altitudinal del embalse de Alba pisando todas sus cotas, con la ayuda del guarda forestal de Villafranca Montes de Oca, y no podemos negar y silenciar la evidencia hidráulica de Alba. Este embalse tiene unas dimensiones reducidas, pero normales y adaptadas a las condiciones geográficas de su ubicación zonal; y no sabemos si por azar o por empeño, la obra está perfectamente equilibrada con el entorno y contorno natural.

 

Al hacer un análisis de la Geomorfología observable del perímetro rocoso que rodea al embalse, nos descubrió los siguientes caracteres físicos. Este espacio inundado y su continente; es una hoya cretácica, emergente y aislada en la amplia sedimentación del Terciario, marginal y en contacto con los terrenos antiguos y paleozoicos de La Demanda, yacentes por su flanco Norte. La tectónica violenta ejercida sobre este núcleo rocoso y calizo de Alba, debido a los últimos movimientos sísmicos alpinos, que cruzaron estos puntos; determinaron sobre las estructuras clásticas o masivas inferiores; un levantamiento del anticlinal calizo y por ende su fractura, ensanchamiento y al final cierto desmantelamiento erosivo.

 

En este anticlinal, también se observa por sus flancos, unos plegamientos longitudinales muy espectaculares y fracturas, que conformaron el paso o “cluse” del río Oca, formada entre las peñas de Somoro, La Hoz y La Caldera. También y paralelamente a estas líneas de plegamiento, se produjeron en las masas rocosas, unos empujes y dislocaciones asimétricas, que dieron lugar a un pliegue en codillo, fenómeno geológico digno de verse, que dio nombre al río Oca. En dirección hacia el Puerto de la Pedraja y bajo Peñalta, el empuje domal del anticlinal de Alba, también ha dejado al descubierto los afloramientos de las arenas y arcillas del Cretácico inferior, piso Albiense en facies Utrillas, con acumulaciones bastante terrosas.

 

El acceso desde la ermita de Villafranca Montes de Oca a la presa del embalse, por el curso del río Oca o por el antiguo camino de Alba, tallado sobre las rocas calizas, es una delicia; que se agiganta a medida que uno se aproxima a las gradas o repisas del canal de desagüe. Por aquí se ha conjugado la obra resistente de hormigón armado, con los paredones verticales de escollera cimentada y uniforme; los cuales conforman el canal de salida. Estas obras en nuestra opinión, están ejecutadas con perfecta maestría y estética, dando la impresión de una rivalidad compatible entre dos fines: La obra de La Creación (Geología) y la obra del Hombre (Ingeniería). Aquí también se han aunado y complementado, la habilidad del hombre rudo de ásperas manos, con la técnica de los expertos.

 

Las rocas calizas próximas a la presa están tapizadas en sus grietas por numerosas plantas de bellos matices, que mezcladas con el plateado de las rocas, enaltecen el paisaje bucólico de este desfiladero de Alba. Por aquí se demuestra que la flora rupícola de calizas, es más prolífera y atractiva que la silícea. Un detalle que se observa por estos terrenos, es que la flora es diversa y cambiante de un monte a otro y de una ladera a otra; la influencia hay que buscarla en la constitución física de los suelos y algo en su orientación. Por eso en los núcleos rocosos prospera una vegetación diferente a los terrenos circundantes, ácidos, arenosos o descalcificados. Esta biodiversidad se manifiesta en árboles y arbustos, destacando el fenómeno con los robles pirenaicos, los enebros comunes, las retamas, los tomillos y jarillas. Sin embargo las hayas, son árboles notorios (cosmo-montanos) que no les afecta el suelo, solo las heladas tardías en sus “torpedos” en floración”.

 

El agua que llega al embalse, viene principalmente por el incipiente río Oca; que nace de la unión de tres pequeños regatos; el Trampal de Rábanos, el Pontón y Roblizas de Alarcia y algún derrame de Villamudria. Pero donde el Oca va tomando cierto caudal es a partir de Haedillo y sobre todo con el regato del Hito y las fuentes del desfiladero de Hozquemada. También llegan al embalse los arroyos de Costalrrollo, San Millán, Montecillo y Palacios. Esta red fluvial que abastece al embalse, se debe cuidar  rigurosamente su calidad, con las normas de salvaguarda y servidumbres del Perímetro de Protección; en toda la cuenca alta del embalse.

 

Hay que considerar no obstante y de manera real, que el potencial de las aguas se encuentra en las estructuras subterráneas bajo el embalse y zonas subálveas, próximas a Villafranca Montes de Oca.También es normal que las reservas o capacidad del embalse van a fluctuar, debido a la demanda de abastecimiento, a la aportación de menos aguas en el estío, y a la salida regulada del caudal biológico para el río Oca. Este último va a ser el más perjudicado. Para salvar y garantizar la supervivencia fluvial  y las futuras demandas de regadíos, insinuamos dotar en la salida del Oca, de una estación de sondeo y bombeo, para aportarle aguas subterráneas y subálveas, suficientes para mantener la circulación del río en sus 75 km de curso, en buenas condiciones naturales y biológicas, entre Villafranca Montes de Oca y la Horadada de Trespaderne, en su desagüe final al Ebro.

 

¡ CASTILLA !

febrero 3, 2009

 

 

 

Un recuerdo a D. Claudio Sánchez Albornoz.

 

Oh! venerable anciano. Fue la verdad y solo la verdad, la que te impulsó a conocer y dar fe de los acontecimientos históricos de España, escudriñando en los anales de nuestro pasado glorioso, toda la epopeya y todas las efemérides, que de un modo trágico, apasionado o valeroso, surgieron durante tantos años de asedio, dominio y adversidad de nuestro solar de la Península Ibérica. 

 

Ahora en estos tiempos de historia olvidada, quisiéramos nosotros los que vivimos muy cerca de donde se inició la gesta del nacimiento de Castilla, dedicarte con estas líneas el agradecimiento a tus esfuerzos, por los grandes y documentados ensayos, donde se desvela el Enigma Histórico de España.

 

Fue precisamente Castilla, el estandarte de los grandes ideales, el centro de unificación de las culturas heterogéneas heredadas de tiempos ancestrales y la sublimación del espíritu congénere de los pueblos ibéricos y tribus del Norte de España; tan sacrificados por sus sentimientos y sus voces de libertad y patriotismo. Castilla fue la savia fecunda que intentó regenerar la vida auténtica de nuestro país, maleada por tantas vicisitudes e intereses, y conducirla por caminos y horizontes de entendimiento, grandeza y justicia e igualdad social.

 

El ideal y el germen que hizo Castilla, no fue un azar. El nacimiento de Castilla obedeció a muchas y diversas causas, que a continuación trascribimos. La vieja Castilla nació en la zona botánica entre la Eurosiberiana- Cantábrica y la Mediterránea Hispana. Linea esta de transición de las verdes montañas y praderas cantábricas, con los dilatados campos y planicies de la meseta, a través del surco y de las valles del Alto Ebro. No muy lejos de las brumas y celajes que cubrían las montañas de Alto Campoo, El Escudo, Somo, Castrovalnera, Zalama y Ordunte; o las nieblas coronadas  de la Tesla y los Obarenes, o bajo un cielo esplendoroso, que durante siglos cobijó a las tribus celtas de los Cántabros, a las eúskaras de los Autrigones, Bárdulos y Caristios y a las celtibéricas de los Turmódigos, Vaceos, Arévacos y Berones.

 

Nació tambien con el Sol, que calentó y vivificó las tierras comunales  de “presura” bajo el Fuero del Escalio. Tierras de pan, de pastos y de frutos, que alimentaron a aquellos corazones esperanzados, curtidos por los vientos cierzo o solano de invierno o por las brisas ultramontanas y cismontanas que llegaban del mar Cantábrico. Nació además junto al sotobosque del “Área Patriniani” y sobre los fértiles valles, de Alto Campoo, Ebro, Nela, Cadagua y Gerea. Dentro del territorio que lindaba con la frontera oriental del primer reino de Asturias y con la occidental de los Bascones de Pamplona.

 

Nació con los contraluces penetrantes matutinos y vespertinos que llegaban por  cañones y desfiladeros del Alto Ebro, Incinillas de Valdivieso y la Horadada de Trespaderne, y además con las estrellas que velaron las vigilias en las noches frías, y con los crepúsculos que despertaron nuevos y prometedores amaneceres. Todo ello bajo un cielo de combate, con el rumor del agua y del viento, o con los ecos del piafar de caballerías, que cabalgaron incesantemente por veredas y cañadas, para reencontrar los horizontes perdidos.

 

Nació del hacinamiento de muchos y diversos hombres en un pequeño rincón, con el nombre de Castella (pueblo de piedra), o con el nombre que dieron los vascos Gaztela (dominio o reino joven). Fue una minoría de hombres libres y solidarios, con espíritu de unidad superior y con el propósito de iniciar el proceso histórico de la recuperación de España. Fue tambien en concejo abierto participativo a todas las ideas renovadoras, a los criterios lógicos y razonables y además a la participación entusiasta del glorioso quehacer restaurador de la patria común. Estos ideales se juraban sobre la encrucijada de “Burceña de Taranco de Mena”; cabeza de puente entre  las Vías Romanas de Amaya a Flavio Briga (Castro Urdiales), y entre las fronteras de las provincias jurisdiccionales de la Tarraconense y la Cartaginensis.

 

Nació con el heroísmo de los numantinos que demostraron a Roma que la sangre ibérica derramada durante 200 años no fue estéril, sino savia fecunda para las generaciones del cristianismo independiente y valeroso, que supo sacudirse del yugo del Islán. Nació con los  jueces Nuño Rasura y Laín Calvo, precursores del “Juicio Libre” o fuero castellano, que defendía las libertades humanas, la justicia social y la vida del espíritu; rechazando el poder omnipotente de la Ley Gótica de León.

 

Nació Castilla para que años más tarde, el hijo del Conde Rodrigo, Diego Rodríguez Porcelos, fundara en el año 884 la ciudad de Burgos, Cabecera de Castilla (Buru-goi-era). Además triunfo luego Fernán González, porque se alió con la fortuna del poder heredado y supo aprovechar la fuerza vital y la moral auténtica de los castellanos. Ganó la guerra a los moros, porque Castilla estaba predestinada para ser libre. Su espíritu de rebeldía no fue sino, la energía ascendente y creadora de Castilla, islote de hombres libres en la Europa feudal. Pensamiento siempre defendido por el insigne Don. Claudio Sánchez Albornoz.

 

Artículo editado en el Diario de Burgos el 29 de junio de 1984.

 

 

TIMÓN A LA VÍA

febrero 3, 2009

Con este relato en metáfora marinera, pretendimos hacer un análisis objetivo de la situación laboral y civil, que invadió la Sociedad  Española. Fue editado en el Diario de Burgos el día 28-10-1976, como epístola hacia Adolfo Suárez.

 

Situados sobre el castillo de proa de un antiguo, pero navegable buque mercante, con vista larga de viejo marino, orientada el horizonte de 360º; tratamos de observar y anotar serenamente, en nuestro Diario de Navegación, sin mareos, zozobras y arribadas forzosas, las vicisitudes ocurridas por este mar y océano, que azota y baña el amplio litoral ibérico y las múltiples comandancias peninsulares.

 

Nadie se excluye, todos estamos enrolados o embarcados en uno u otro buque de la gran flota hispana. Ya sea en embarcaciones de pesca, de carga general, de pasaje transoceánico, de recreo o buques de la Armada Real.

 

El barco recién carenado, avituallado y gobernado y pilotado por el joven y decidido Capitán; había salido de dique- varadero y muelle, dispuesto a surcar los siete mares contra viento y mareas. En aquel momento y a pesar de la inestabilidad, fatiga y fragilidad de la obra viva del casco y del peso sobrecarga y oxidación de la obra muerta de su superestructura; la clasificación naval del barco, certificada y respaldada por el Lloys Register, era muy aceptable y esperanzadora para el Almirantazgo Español, ante y para una nueva y prometedora circunnavegación.

 

En la primera maniobra de salida, para compensar la brújula de marear, y en un fondeadero del superpuerto, el barco tuvo una muy importante avería, causada por una distracción del personal de máquinas. Con práctico a bordo, el barco queda varado, en un pantanal portuario a barlovento, haciendo aguas la sentina del doble fondo  y los compartimentos estancos de seguridad de proa (cofferdans). También sobre la línea de flotación, muy cerca del disco u ojo Plimsoll, se produce una peligrosa colisión o abordaje, bajo las bordas del trancanil de estribor. Las autoridades de marina proceden sin pérdida de tiempo, a un minucioso fondeo o reconocimiento, desde quilla a perilla y desde roda al codaste, buscando la responsabilidad del siniestro.

 

Reparada esta avería gruesa con la más arriesgada ataguía, el barco se hace a la mar. Se trazan sobre la carta náutica las demoras azimutales y las demarcaciones costeras a faros y atalayas. Pocas millas después, fuera de las aguas jurisdiccionales y mar adentro, se toma con el sextante la altura meridiana del Sol. La situación de salida queda bien determinada con la latitud y longitud geográfica calculadas astronómicamente. Únicamente la velocidad en régimen de crucero y rumbo, queda por definir en la cámara de navegación.

 

Se navega ya con rumbo corregido. El abatimiento de la corriente North Tide Stream y el desvío y declinación magnética de las masas cautivas, han obligado al puente de mando a modificar la derrota ortodrómica y navegación por estima, previstas para alcanzar una buena recalada a puerto. En lastre y a media máquina, navegamos en alta mar capeando el temporal. Con esta guisa vamos atravesando mínimos de presión, mar gruesa y vientos huracanados del NW. También y según el parte meteorológico de Land·s End, la galerna ha alcanzado en su trayectoria el Estrecho, y se observa un aumento de la marejada y mar de fondo en zonas de bonanza tropical.

 

Las singladuras se suceden, los acaecimientos se anotan clara y cuidadosamente en el Diario de Navegación. El barco que va ahora al pairo y timón a la vía, se ve desarbolado por el agresivo aquilón. Este persistente temporal origina peligrosos vaivenes a ambos costados. Los maretones no disminuyen y el barco en un inesperado balance, pierde el tajamar o mascarón de proa, el palo trinquete, la escotilla de marinería y el compás del puente alto. Ante estas adversidades, el capitán lanza el primer aviso. ¡Navegamos a la deriva, pero no hay peligro de naufragio inminente!

 

Ahora el capitán viendo el cariz que va tomando el tiempo, se pone en guardia permanente, sobre el puente de gobierno. Este joven y valeroso marino, instruido con el Código del Derecho Marítimo Internacional, es defensor ardiente de mantener el buque en condiciones de navegabilidad. Es tajante y rotundo; ninguna escora pronunciada ni a babor ni estribor, nada de mala estiba en las bodegas de proa, ni peligroso calaje a popa. El Capitán es partidario de un buen equilibrio y adrizamiento trasversal y longitudinal de la nave. Ni “manga ancha”, ni “eslora corta”, sino un perfecto coeficiente de afinamiento con un exacto y matemático metacentro. Además con un seguro puntal, que mantenga una cubierta resistente, bien armada entre cuadernas y   entrepuentes. También las máquinas y calderas estarán equipadas y mantenidas a un alto rendimiento. Y fundamentalmente, que el gallardete nacional ondee inhiesto sobre la cofa del palo mesana, sobresaliendo de la jarcia.

 

La tripulación que en recientes singladuras, había permanecido soliviantada, cree que no son momentos de rebelión a bordo. Piensa que después de la tempestad llegará la calma. Toda ella está sobre cubierta, lanzando la vista al mar, observando el peligro y la tragedia. Se va convenciendo de la pericia y del sacrificio del Capitán, que ha respondido en pie y en beneficio de todos,  como un gran almirante y un lobo de mar. Además ha sido el primer amotinado frente a los “armadores” en la distribución de fletes para la tripulación, con un compromiso firme sobre la Póliza de Salvamento Marítimo de la Moncloa.

 

Al fin “Tierra a la vista”. Los faros del puerto de divisan sobre el horizonte. La tripulación recobra la calma y confianza, y su responsabilidad hacia el barco y la obediencia a su Capitán. Los armadores y consignatarios, en periplos sucesivos, tendrán la obligación de despachar con justicia el sobordo, mejorar el mercado de fletes y la seguridad en la construcción naval.

 

El buque ya queda atracado sobre la escala real, y el Capitán con un entusiasmo desbordado trata de arengar a su tripulación con estas palabras. El honor  vuestro como tripulantes, ha salvado nuestra nave. La más inteligente virada atlántica que conozco fue vuestra. Os alejasteis del motín de a bordo, para alcanzar la Reserva Naval. Os aseguro que vuestro entusiasmo fue  la auténtica odisea marítima, que hoy será capaz de equipar el pacífico arsenal, que hará de España otra nueva Armada Invencible.

BRIDGESTONE – FIRESTONE

febrero 3, 2009

 

Reproducimos hoy este artículo en Internet, el cual fue editado en el Diario de Burgos el 1 de Junio de 1992, con motivo del veinticinco aniversario de la inauguración de la fábrica de Gamonal (Burgos). Una empresa que en aquellos momentos pertenecía, el 75% de su capital desembolsado a cinco bancos españoles (B.B. – B.V. –B.E.C. – B.H.A. y B.U.) y el 25% restante a Firestone Akron (U.S.A.).

 

Esta fábrica se instaló bajo los auspicios y directrices técnicas de la de Bilbao, pero con las perspectivas y beneficios del Polo Industrial de Burgos. Lo más sobresaliente de aquel estudiado proyecto e instalación, dotado con una tecnología de vanguardia, dentro de una arquitectura civil-industrial de buen estilo, en uniforme planta. Entonces no fueron los diseños obtenidos por ordenador, ni los mecanismos robotizados (entonces no existían) ni los sistemas electrónicos-cibernéticos, pero si, el eficiente control de los equipos electrónicos, maquinaría, depuración, producción y distribución de vapor; lo más importante en aquel conjunto fabril. También lo más significativo fue la planificación, funcionalidad y eficacia energética del proceso de fabricación en línea continua, donde la materia prima se iba procesando hasta el producto final manufacturado. Esta actividad era favorecida por los cómodos y grandes espacios de manutención y desenvolvimiento interno, con total seguridad.

 

En este inicial desarrollo industrial participó como “alma mater” el potencial humano, aquellos hombres rurales, jóvenes ilusionados por su primer empleo, llenos de energía y actividad; que poco a poco fueron capaces de maniobrar correctamente las máquinas rotativas de gran producción y con ello conseguir la mejor productividad existente (producción, calidad, solario equitativo y beneficio empresarial).

 

El esfuerzo y dignidad de aquellos trabajadores y su lealtad con el contrato laboral, fue un ejemplo de comportamiento, como se demostró en el primer Convenio Colectivo que se firmó en Burgos. En este compromiso se dio carta blanca al Director de la Empresa, para que aplicase la subida salarial más justa y razonable. En esta “entente cordial” participaba un jurado de empresa muy crítico y reivindicativo, uno de cuyos miembros era un sindicalista individual, desinteresado en ambiciones y aplausos, bravo y batallador, autor de la firma que benefició en mejoras a los trabajadores. Este miembro llegó a alcanzar contra viento y marea, las más altas cotas de ejercicio sindical como; vocal del Sindicato Nacional de Industrias Químicas y miembro en el Consejo de Administración de Firestone Hispania, como consejero laboral.

 

Hoy veinticinco años después de su aniversario y 42 años de su inauguración, la empresa esta gobernada por otras personas administradoras, que son los japoneses de Bridgestone, los cuales tienen distintas ideas, otros medios y otra cultura y técnica, acordes a su metodología y desarrollo en el campo industrial del neumático, No conocemos la intención de estos mandamases de Tokio respecto a la efemérides del 12 de Octubre de 1967, pero creemos que son hombres razonables que no olvidarán el recuerdo y agradecimiento para aquel nacimiento trascendente de Firestone Burgos.

 

En aquel veinticinco aniversario, cumplieron sus bodas de plata laborales un plantel de trabajadores, unos que salieron en el año 1967 de la Escuela del padre Aramburu, de la mano de Cesar Rico Pardo y otros que fueron apeados de los tractores, que removieron las tierras de Muño, Lara y otras besanas de Burgos. Con aquellos excelentes muchachos, hoy profesionales de verdad, no podía faltar el recuerdo a su Director General, Agustín Tellería, un ingeniero superior curtido en proyectos de Ingeniería Civil e Industrial; el cual me confesaba que se sentía incómodo en su despacho, firmando órdenes de inversión y leyendo cartas, revistas y documentos, restándole tiempo a los proyectos industriales, que le entusiasmaban. Este ingeniero industrial, en cuya personalidad y mandato influyeron sus ascendientes directos responsables de Firestone Hispania (Bilbao); merece un homenaje de verdad y cariñoso, por aquellos trabajadores y compañeros, hoy jubilados, que junto a el, consiguieron apretar los botones de las máquinas que movieron el Bámbury, Bagomatic, Calandra y Molinos etc.

 

Por Beretar