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EL ALTO EBRO

diciembre 24, 2008

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En el año 2006 editábamos este libro, el cual era un documento o ensayo sobre una síntesis biogeográfica desde Tres Mares de Peñalabra (Cantabria) hasta Sedano (Burgos). Se trataba de dar a conocer unas singularidades geográficas de este sobresaliente Espacio Natural; donde nace y circula el río Ebro. Todas las teorías descriptivas del libro, se desarrollaron a lo largo de un tiempo, donde captamos con la observación de la Naturaleza, todo su esplendor zonal.

 

Fueron varias las causas que influyeron en este trabajo geográfico, pero el motivo principal fue sin duda alguna, el hechizo o enamoramiento de la Naturaleza física, biológica y fluvial que rodeaba este pequeño mundo que habitábamos, que era Sedano, cuna y raíz de mis ancestros, Todo ello se inicio observando los paisajes durante los continuos itinerarios por las orillas de los ríos Ebro, Rudrón, Sedanillo y San Antón; y también por los páramos de Burgos y las montañas del Alto Campoo de Cantabria y Reinosa; y sus contrastes biogeográficos con la Sierra de la Demanda Burgalesa

 

No fueron en vano estos recorridos por el Alto Ebro, sino una epopeya y luego una remembranza que hizo vibrar nuestro corazón y entusiasmar nuestra alma; y con ello recopilar directamente sobre el terreno, los paisajes y la constitución física y biológica por todo el área del Alto Ebro y sus aledaños. El compendio observado fue contrastado con libros, documentos y apuntes de amigos científicos que tuve la suerte de conocer en mi vida, los cuales se citan en los elogios bibliográficos del libro.

 

Las Ciencias Naturales adaptadas a los paisajes y constitución territorial, se encuadraron sistemáticamente en cada uno de los fenómenos observados en los diferentes campos de la Geología  estructural y aplicada, Meteorología e Hidrografía; disciplinas de los estudios desarrollados en mi vida. Este bagaje de práctica y conocimiento, fue complementado con la continua observación de la vegetación durante varios años y sus secuencias estacionales. Esta última práctica de ciencia botánica, fue un trabajo de mirar y remirar continuamente a la vegetación y contrastarla con las ilustraciones documentadas de grandes botánicos, algunos amigos entrañables, de la Facultad Complutense de Madrid y el C.S.I.C.

 

El libro también recoge el recordatorio y anécdotas a dos amigos, Ingenieros de Minas, a los cuales no puedo olvidar. Otro capítulo es, el cómputo de artículos y poemas editados en el Diario de Burgos durante varios años y en la antigua revista de”El Abra” de Portugalete.